Brisa fue el que considero mi primer proyecto personal.

En este estuve a cargo de toda la dirección, idea, cámara, sin ayuda de un mentor o de un amigo que supiera más que yo para guiarme.

Nació al ver unas fotos antiguas de mis papás, de cuando vinieron a Cancún de vacaciones siendo jóvenes. Había algo en esas imágenes —la luz, el desenfoque, las sonrisas sin pose— que me hizo querer recrear esa sensación: la de estar ahí, sin planearlo, solo viviendo.

Hicimos la sesión en la playa, en Cancún, en marzo de 2025 con mi buena amiga Daniela, (muchas gracias Dany). Quería que tuviera ese aire suave y nostálgico, como si ya existiera desde hace años. La arena, el viento, el mar… todo ayudó a crear esa atmósfera. Nada forzado, solo dejar que el momento fluyera.

Trabajé con mi equipo “Chulo” y Estrella y también usé un reporte de cámara para registrar cada decisión técnica, buscando no solo hacer, sino entender cómo lo hacíamos.

Brisa no fue para una marca ni para una entrega. Fue para mí. Para reconectar con lo que más me mueve de la fotografía: contar algo real, sin poses ni filtros innecesarios.

Como esas fotos viejas que no sabías que te iban a importar… hasta que las ves años después.

Disparadas en Canon Rebel T8i / 50 mm